Mano que soplas mi fastidio,
muchas veces castigas
y muchas otras, das alivio.
Paz y serenidad, cuando mi piel acaricias,
curiosidad y entusiasmo, lo que a mi oído insinuas,
clara luz a la que mis ojos aspiran,
agradable y fresco, que mi nariz respira.
Tú que secas el sudor de mi frente,
moldeas a tu modo mi pelo,
a tu ritmo todo mueves
susurrando mensajes del mundo entero.
Vía de vida,
compuerta de la muerte,
eres aire, eres viento,
sí, tú eres al que ahora siento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario